Más allá del negocio: Estructurando el éxito en las Empresas Familiares
El 90% de las empresas de México, son empresas familiares. Familia y empresa son realidades que siempre han ido de la mano. De forma natural, las personas se han esmerado en negocios que pudieran mantener a sus familias, y las familias a su vez, han sido garantía de que en el negocio no faltarán manos para trabajar. Es en ese espacio compartido en el que ambas realidades tienen que convivir se presenta como un reto a la unidad familiar y a la supervivencia de la empresa.
En años anteriores, existía una creencia arraigada de que las empresas menos eficientes eran las empresas familiares, sin embargo, esta imagen negativa comenzó a cuestionarse. Lo que produjo un avance significativo en esta rama, convirtiéndose en un objeto de estudio académico. La tesis doctoral de John Davis en la Universidad de Harvard (1982), supuso un antes y un después en la construcción de un marco teórico específico para la empresa familiar, en ella se publicó el denominado modelo de los tres círculos, el cual sostiene que en las empresas familiares interactúan tres sistemas: la propiedad, la empresa y la familia; y que gestionar de forma específica cada uno de ellos resulta imprescindible para lograr un correcto funcionamiento en conjunto.
Más allá de la legislación, las mejores prácticas para mantener relaciones libres de conflicto.
Estas prácticas nacen a partir de los estudios en los patrones de la empresa familiar que se repiten y que traen consecuencias tanto para el ámbito familiar como el empresarial. Conocer estas prácticas y aplicarlas puede ayudar a la prevención de crisis y conflictos de la empresa familiar debido a su propia naturaleza.
Los objetivos de una empresa y una familia son diferentes. La empresa busca generar beneficios y competir, por lo que los ascensos deben basarse en méritos, no en relaciones familiares. La meritocracia, objetiva y medible, debe ser el criterio de selección.
La familia, en cambio, busca mantenerse unida y sumar nuevas generaciones, basándose en lazos de afecto. Asignar cargos empresariales según la posición familiar o valorar a familiares por su rol en la empresa genera conflictos y pone en riesgo la supervivencia de ambos.
Las empresas familiares más exitosas tienen mecanismos de resolución de conflictos activos, incluso cuando no hay indicios de problemas. Esto es crucial en entornos vulnerables a las emociones y sentimientos, ya que la alta implicación personal aumenta la probabilidad de conflictos. No tener estos mecanismos sería imprudente
Con el tiempo, las familias crecen y, si la empresa tiene una estrategia exitosa, se genera un crecimiento en conjunto. Sin embargo, los ritmos de crecimiento pueden diferir. Si la familia crece más rápido que la empresa, pueden surgir problemas.
Compartir empresa y familia requiere estructuras sólidas de gobierno y gestión. En el ámbito empresarial, se necesita un sistema de Gobierno Corporativo. En el ámbito familiar, lo ideal es implementar una estructura de Gobierno Familiar, el cuál se rige a través de órganos como el Consejo de Familia y la Asamblea Familiar y de vitales herramientas como el Protocolo Familiar. Estas estructuras protegen a ambas partes de sus amenazas.
Las estructuras del Gobierno Familiar:
Como mencionamos anteriormente, tratar a la empresa como empresa y a la familia como familia, es una práctica que va a facilitar la supervivencia y sostenibilidad del negocio familiar pero, ¿con qué ayuda contamos para conseguirlo? En el entorno familiar contamos con órganos de gobierno como el Consejo de Familia y la Asamblea Familiar. En situaciones de crisis, esta estructura establece un marco sólido y objetivo que contribuye a la resolución de conflictos.
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Asamblea FamiliarEl objetivo principal es promover la unidad y el bienestar de todos sus miembros, facilitando la discusión y toma de decisiones sobre asuntos comunes. También busca fortalecer el compromiso con la empresa familiar y preservar los valores y el legado de la familia, garantizando una comunicación clara y eficaz entre todos los integrantes.
- Buscar la armonía y felicidad de los miembros, fomentando un ambiente de apoyo y cohesión.
- Proveer un entorno para debatir, analizar y decidir sobre asuntos de interés común y bienestar general.
- Inspirar a los miembros a valorar y comprometerse con la empresa familiar, asegurando el mantenimiento de los valores y el legado.
- Velar por el bienestar físico, emocional y social de cada miembro, apoyando su crecimiento personal y profesional para alcanzar su máximo potencial.
- Asegurar que la visión y los objetivos familiares se revisen y actualicen regularmente para reflejar las aspiraciones comunes.
- Recordar y celebrar los logros de la familia y la empresa, manteniendo viva la memoria colectiva.
- Facilitar actividades y encuentros que refuercen las relaciones interpersonales y la cohesión familiar.
- Establecer mecanismos para garantizar que todos los miembros estén informados y conectados.
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Consejo FamiilarUn Consejo de Familia dirige las acciones conjuntas de los miembros de la familia para preservar la unidad familiar respecto a la empresa, proporcionando un marco estructurado para gestionar emociones, representar los derechos y aspiraciones de todos los miembros con el objetivo de salvaguardar y aumentar el patrimonio común. Además, promueve el diálogo familiar y establece una comunicación directa con la empresa, manteniendo vivo el vínculo entre ambos para coordinar las decisiones respecto a la Asamblea de Accionistas de la empresa y el Consejo de Administración.
- Dar a conceder la visión, misión y valores familiares.
- Establecer un plan estratégico familiar.
- Definir las políticas sucesorias.
- Diseñar canales de información
- Velar por la gestión del patrimonio.
- Velar por el cumplimiento y la vigencia del Protocolo Familiar.
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Protocolo FamiliarEl Protocolo Familiar es una herramienta utilizada para mejorar la convivencia en las familias empresarias. Refleja los valores y creencias familiares y establece una hoja de ruta basada en estos principios. Más que un documento, es el resultado de un proceso de debate y reflexión que une a la familia y evita conflictos. Facilita el entendimiento mutuo y la cohesión en torno a un proyecto común explícito y consensuado.
El éxito y la longevidad de estas organizaciones dependen en gran medida de su capacidad para equilibrar las dinámicas familiares con las exigencias empresariales. El modelo de los tres círculos, junto con las estructuras de gobierno familiar como el Consejo de Familia, la Family Office y el Protocolo Familiar, son herramientas esenciales para lograr este equilibrio.
En EBM, entendemos los desafíos únicos que enfrentan las empresas familiares. Nuestra experiencia en la creación e implementación de estructuras de Gobierno Familiar nos permite ofrecer soluciones personalizadas que fortalecen tanto la unidad familiar como el éxito empresarial.
